Introducción: el reto del mantenimiento hospitalario
En los hospitales y clínicas de México, el mantenimiento de los equipos médicos e infraestructura hospitalaria representa un desafío constante. La seguridad del paciente, la continuidad operativa y la optimización de recursos están directamente relacionadas con la forma en que se gestionan estos activos. Sin embargo, aún existen muchas instituciones que dependen de hojas de cálculo o sistemas aislados, lo que limita su capacidad de respuesta y prevención.
Ante este escenario, el uso de un sistema CMMS (Computerized Maintenance Management System) se ha convertido en una herramienta indispensable para profesionalizar la gestión del mantenimiento hospitalario.
¿Qué es un CMMS?
Un CMMS es un sistema computarizado de gestión de mantenimiento. Su función principal es centralizar y automatizar las actividades relacionadas con el mantenimiento de equipos, instalaciones y activos críticos. En el sector salud, esto se traduce en una operación clínica más segura, continua y controlada.

Aplicación práctica en hospitales: ¿cómo se usa un CMMS realmente?
Para comprender el verdadero valor de un CMMS, veamos su aplicación paso a paso en un hospital general de segundo nivel en México:
Paso 1: Inventario inicial
Con la implementación del CMMS, el equipo de ingeniería clínica digitaliza todos los inventarios de activos biomédicos y de infraestructura. Esto incluye desde ventiladores, bombas de infusión y monitores, hasta UPS, ascensores y plantas eléctricas. Cada equipo queda registrado con su ficha técnica, código interno, proveedor, fecha de adquisición y ubicación física.
Paso 2: Plan maestro de mantenimiento
El software permite configurar calendarios automáticos de mantenimiento preventivo por tipo de equipo, criticidad y requisitos normativos. Se asignan tareas al personal técnico con fechas, checklists y tiempos estimados de ejecución.
Paso 3: Ejecución y trazabilidad
Cada intervención se registra directamente en el CMMS desde el computador o celular. Se documentan actividades, repuestos utilizados, responsables y resultados. Si un equipo presenta una falla recurrente, el sistema lo identifica y genera alertas de revisión.
Paso 4: Indicadores y análisis
Con los datos recolectados, el hospital puede visualizar KPIs como:
- % de cumplimiento del plan preventivo.
- Tiempo promedio de respuesta ante fallas.
- Costos acumulados por equipo o categoría.
- Tiempo fuera de servicio (downtime).
Estos indicadores permiten tomar decisiones basadas en evidencia: desde reemplazar un equipo obsoleto hasta renegociar contratos de mantenimiento externo.

Impacto real: caso de éxito en una clínica privada mexicana
Una clínica en Monterrey adoptó un CMMS tras enfrentar una auditoría sanitaria que evidenció fallas en la trazabilidad del mantenimiento. En menos de 6 meses lograron:
- Aumentar el cumplimiento del plan de mantenimiento del 42% al 96%.
- Detectar y retirar 10 equipos con fallas críticas recurrentes.
- Reducir el tiempo promedio de atención de fallas de 72 a 18 horas.
Además, el personal clínico ahora puede consultar en tiempo real el estado técnico de cualquier equipo antes de usarlo, mejorando la seguridad del paciente.

Normativa y contexto en México
En México, COFEPRIS y la NOM-016-SSA3-2012 establecen lineamientos para el mantenimiento de equipos médicos.
El CMMS permite generar reportes automáticos que cumplen con los requisitos exigidos por la autoridad sanitaria,
facilitando inspecciones y auditorías.

¿Qué debe tener un buen CMMS para salud?
Para ser efectivo, un CMMS debe estar diseñado para el entorno hospitalario. Algunas características clave son:
- Clasificación específica de equipos biomédicos.
- Módulos de tecnovigilancia y gestión documental.
- Alertas automáticas para mantenimientos y calibraciones.
- Acceso móvil para técnicos en campo.
- Dashboard con indicadores clave.
Un CMMS genérico no ofrece estas funcionalidades especializadas.
Elegir una solución enfocada en ingeniería clínica es crucial.
Un CMMS no es solo una herramienta tecnológica: es una forma de elevar la calidad del servicio, anticiparse a los riesgos
y tomar decisiones informadas.

Conclusión
En un entorno donde cada equipo médico puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, gestionar bien el mantenimiento no es opcional.

